"No voy
a caer más".
Una frase que he utilizado millones de veces, una frase que dice
que mi orgullo puede más que mi corazón, una frase que en definitiva, nunca será real.
Las
subidas y bajadas forman parte de mi vida, me he acostumbrado a estar montada en
esta montaña rusa de emociones. Una flor por cada infidelidad, un piropo por
cada insulto con tus amigos, una canción por cada mal rato que me haces pasar.
Utilizo esa frase cuando en realidad quiero que todo vuelva a ser como antes. Cuando en realidad pienso que volverás a hacerme sentir única entre cada parte de tu piel.
Pero eso ya no es lo que quieres, ahora solo quieres mi dinero y un
apoyo para sentirte bien. Alguien que te lave los platos, que te de cariño cuando estás mal, ... pero alguien que no te moleste más de lo necesario.
Hace meses que no me coges de la mano. En lo más profundo de mi ser sé que no lo vas a hacer, pero mi corazón me pide que aguante, que volverás a ser aquel caballero que me enamoró, aunque en el fondo yo sé que nunca existió más allá de nuestra imaginación.
Hace meses que no me coges de la mano. En lo más profundo de mi ser sé que no lo vas a hacer, pero mi corazón me pide que aguante, que volverás a ser aquel caballero que me enamoró, aunque en el fondo yo sé que nunca existió más allá de nuestra imaginación.
Un paraíso ficticio
donde éramos felices. Donde cada tarde me cogías en tus brazos y me enseñabas
un mundo desconocido para mí. Deseo
pensar que no caeré porque quiero evitar ese sufrimiento que me produces en la
bajada de mi peculiar montaña rusa, pero en el fondo prefiero sufrir contigo
que sufrir por ti.
Sufrir por estar unidos y que me duela el hecho de que no
sea igual que antes, que sufrir por verte con otra y yo ni si quiera poder
tocarte. Ya tengo de nuevo mi billete en el bolsillo, el revisor me ha dicho que
han puesto una nueva atracción, puede que note un dolor culminante en mi
cuerpo, pero nada comparado al dolor de poder perderte.
Ya
estoy lista para subir a la montaña, llevo todo lo necesario, el corazón roto
en un puño y las esperanzas abatidas por los suelos. Mientras tu me haces daño
yo te seguiré diciendo te quiero, entrando en este círculo vicioso del que jamás podremos salir.
Que buenooo!!! Se me pone la piel de gallina!!!
ResponderEliminar¡Me alegro mucho de que te guste! ¡A mi tu blog me parece increíble también! La verdad que es una situación real por la que muchas mujeres y muchos hombres pasan diariamente.
Eliminar